De acuerdo con cifras de la Banca de las Oportunidades, casi la mitad de los hogares en Colombia no cuenta con ningún tipo de ahorro formal. Esta situación hace que, ante un imprevisto como: la pérdida de empleo, un accidente o una reparación urgente, muchas familias deban recurrir a créditos informales o endeudarse con altas tasas de interés.
“Un fondo de emergencias es un seguro invisible: protege lo más importante, que es la estabilidad financiera y emocional de las familias”, señala Mauricio García director red nacional y captaciones comercial de Fincomercio.
¿Por qué es clave un fondo de emergencias?
Un fondo de emergencias consiste en separar un ahorro exclusivo para situaciones imprevistas, diferente de los ahorros destinados a metas o inversiones. Los expertos recomiendan guardar el equivalente de tres a seis meses de gastos básicos como mínimo, de manera que el hogar pueda sostenerse sin comprometer sus metas de largo plazo.
“Más que acumular dinero, se trata de cultivar la tranquilidad de saber que un imprevisto no obligará a endeudarse ni a detener proyectos familiares. Ese es el verdadero valor del hábito del ahorro”, agrega García.
¿Cómo empezar a construirlo?
Uno de los principales retos es la constancia. Por eso, en el sector solidario se promueve el ahorro programado, un mecanismo que ayuda a separar mensualmente un monto fijo y reservarlo con disciplina.
En Fincomercio, por ejemplo, los asociados cuentan con Fincoahorro, un plan que les permite apartar una cuota mensual previamente definida y mantenerla durante un periodo de tiempo. Con este hábito no solo construyen la base de su fondo de emergencias, sino que acceden a beneficios como la posibilidad de realizar abonos extraordinarios y el respaldo del seguro Fogacoop.
Además, la constancia tiene premio: quienes cumplen con el ahorro pactado acceden a la exención del 4×1000 y a una rentabilidad superior a la tasa base, lo que convierte el ahorro en un ejercicio de disciplina con recompensa, resalta García.
La invitación de Fincomercio es clara: el ahorro no debe entenderse sólo como un objetivo de largo plazo, sino como una estrategia de protección inmediata.
“Construir un fondo de emergencias no es un lujo, es una necesidad. Desde Fincomercio acompañamos a los colombianos con educación financiera y herramientas que facilitan ese primer paso hacia unas finanzas más tranquilas”, concluye el vocero.


