En esta entrevista, Rodrigo Sánchez, figura destacada del teatro experimental colombiano con más de 40 años de trayectoria, comparte sus inicios, desafíos y motivaciones en el mundo del teatro. Sánchez explica que su pasión comenzó en la adolescencia, encontrando en el teatro un espacio para expresar inquietudes sociales y conectar con el público.
Su estilo ha evolucionado hacia lo experimental, impulsado por el contexto social colombiano, y ha enfrentado retos como equilibrar la libertad creativa con limitaciones económicas y lograr que el público acepte nuevas formas de teatro.
Para Sánchez, el teatro experimental es un reflejo de la sociedad, capaz de influir y cuestionar, especialmente en temas como la memoria y la justicia en Colombia. La posibilidad de explorar nuevas perspectivas y su interacción con el público son sus mayores motivaciones para continuar en el teatro.
Su mensaje a las nuevas generaciones de artistas es que perseveren, experimenten y usen el teatro como medio para el cambio social. Actualmente, Sánchez trabaja en talleres para jóvenes y en una nueva obra que abordará temas complejos, buscando siempre romper barreras y conectar con la audiencia.
Martha Lenis Viarteria: Rodrigo, tiene más de 40 años de trayectoria en el teatro colombiano. Cuéntenos, ¿cómo comenzó esta pasión?
Rodrigo Sánchez: La pasión por el teatro comenzó desde muy joven. En mi adolescencia, me encontré con obras y autores que planteaban preguntas profundas sobre el ser humano, la política y la sociedad. Sentí que el teatro era un espacio donde podía expresar mis inquietudes y conectar con la gente de una forma única. Esa chispa se convirtió en una vocación que me ha acompañado toda la vida.
Martha Lenis Viarteria: A lo largo de los años, has interpretado y dirigido obras de gran relevancia en el teatro experimental colombiano. ¿Cómo ha evolucionado su estilo a lo largo de estas décadas?
Rodrigo Sánchez: Mi estilo ha evolucionado junto con la sociedad y los cambios que he experimentado personalmente. Al principio, me fascinaba explorar las técnicas clásicas, pero poco a poco me fui acercando al teatro experimental. El contexto colombiano, con sus tensiones y contradicciones, demandaba un teatro que fuera más allá de lo tradicional, que se atreviera a explorar temas tabú y a romper con las estructuras rígidas. Creo que mi estilo ha evolucionado para ser cada vez más libre y arriesgado, y eso es algo que el público ha percibido.
Martha Lenis Viarteria: ¿Cuál ha sido el mayor reto que ha enfrentado en el mundo del teatro?
Rodrigo Sánchez: Uno de los mayores retos ha sido mantener el equilibrio entre la libertad creativa y las limitaciones económicas. Hacer teatro experimental en Colombia es, en muchos sentidos, un acto de resistencia. También ha sido un desafío llevar al público a aceptar nuevas formas y temáticas en el teatro, pero al mismo tiempo eso ha sido parte de la riqueza de mi trabajo. Crear un espacio para el pensamiento crítico y la reflexión en un entorno que muchas veces prefiere el entretenimiento superficial no es fácil, pero es profundamente satisfactorio.
Martha Lenis Viarteria: Hablando de teatro experimental, ¿cómo ve la relación entre el teatro y la sociedad colombiana hoy en día?
Rodrigo Sánchez: Creo que el teatro sigue siendo un espejo de nuestra sociedad, aunque a veces esta relación es complicada. El teatro experimental tiene el poder de cuestionar, de mostrar las realidades menos visibles, y de proponer nuevas perspectivas. Hoy, en un país como el nuestro, el teatro se enfrenta a la necesidad de hablar de temas como la memoria, la justicia y la identidad. La relación es de mutua influencia; el teatro se nutre de la realidad social y, a su vez, tiene el poder de influir en ella.
Martha Lenis Viarteria: Después de tantos años, ¿qué lo sigue motivando para seguir en el teatro?
Rodrigo Sánchez: Me motiva la posibilidad de seguir explorando. El teatro es un universo infinito de posibilidades, y cada obra es una nueva oportunidad de descubrir algo más sobre la condición humana. Además, el contacto con el público es algo que no tiene comparación. Ver cómo una obra afecta a las personas, cómo les hace pensar o sentir, es algo que me sigue impulsando. Es una especie de compromiso con el arte y con la sociedad.
Martha Lenis Viarteria: ¿Qué mensaje les daría a las nuevas generaciones de artistas en Colombia?
Rodrigo Sánchez: Les diría que perseveren, que no teman experimentar y que hagan del teatro un espacio de verdad y autenticidad. Que entiendan que el teatro es mucho más que una profesión; es una forma de vida, un medio para cuestionar, para entender el mundo y para generar cambios. A los jóvenes les digo: crean en el poder del teatro, pero, sobre todo, crean en sí mismos y en la voz que tienen para aportar a la cultura y a la sociedad.
Martha Lenis Viarteria: Finalmente, Rodrigo, ¿qué proyectos tiene actualmente?
Rodrigo Sánchez: Actualmente, estoy trabajando en una serie de talleres y laboratorios para jóvenes interesados en el teatro experimental. Además, tengo en mente una nueva obra, es un proyecto que me tiene muy entusiasmado porque siento que el público está cada vez más abierto a explorar temas complejos. Sigo con la intención de romper barreras y de llevar el teatro a lugares que aún no hemos alcanzado.


