En un escenario de creciente incertidumbre económica y aumento en los niveles de morosidad, el seguro de crédito se posiciona como una herramienta crítica para proteger la liquidez de las empresas colombianas. El Indicador de Cartera Vencida (ICV) en el sistema financiero, que incluye la cartera comercial, se situó en 4,64% al cierre del primer trimestre de 2025. Este riesgo de impago, especialmente en firmas pequeñas y en sectores como el comercio y la manufactura, sigue siendo un factor predominante en el mercado.
A diferencia de las pólizas tradicionales, el seguro de crédito asegura la cartera comercial, un activo intangible que puede representar hasta el 70% del total de los activos de una compañía. Esto lo convierte en una herramienta vital para mitigar el impacto de la morosidad y proteger un componente clave de la salud financiera empresarial.
En el marco de la Convención Internacional de Seguros de Fasecolda, Juan Carlos Rondón, CEO de Cesce Colombia, explica la importancia de asegurar este activo crucial: “A diferencia de un activo físico, la cartera no se ve, pero puede representar hasta el 70% del activo total de una empresa. El seguro de crédito es vital no solo como respaldo ante un impago, sino como una herramienta para identificar el riesgo de los clientes y profesionalizar la gestión financiera.”
Valor agregado: análisis de riesgo y respaldo financiero
El seguro de crédito ofrece un valor que trasciende la simple cobertura ante impagos. Funciona como un mecanismo de inteligencia de negocios que ayuda a las empresas a:
- Identificar y mitigar el riesgo de sus clientes mediante un análisis profesional.
 - Extender plazos de pago sin elevar la exposición al riesgo.
 - Acceder a financiación utilizando la cartera asegurada como respaldo o garantía colateral.
 
En este contexto de riesgo elevado, la demanda por protección se ha disparado, lo que evidencia la madurez del empresariado colombiano. Cesce se consolida como líder y actor clave en este mercado, proyectando cerrar el 2025 con ventas superiores a los $90 mil millones en el ramo, un indicador de su sólida capacidad de respuesta y la creciente confianza en el valor estratégico de su análisis de riesgo.
Una decisión estratégica para la PYME
En un ecosistema donde la pequeña y mediana empresa (PYME) es la más vulnerable a los shocks de liquidez, la adopción del seguro de crédito deja de ser una opción y se convierte en una decisión estratégica para la supervivencia y el crecimiento. Al externalizar el riesgo de impago, las PYMES pueden concentrarse en su operación principal y utilizar sus recursos con mayor eficiencia, garantizando que el impacto de la morosidad no comprometa su futuro financiero. La misión del sector asegurador concluye Rondón, es estar ahí para ayudar a este tejido empresarial a crecer y enfrentar lo inesperado.


